Capítulo III:
Ashe
- Gracias. -
Le miró y antes de que dijese nada se fue, dejándole con la palabra en la boca.
Enrique se
quedó mirando con tristeza cómo se alejaba Carlos de allí, sabía cómo se
debería de sentir en aquel momento, pero había sido duro con él. Quería ir
corriendo a su habitación a despedirse de él pero una voz detrás dijo:
- ¡Bueno!
Así que eres el Portador de la Luz.- Se dio la vuelta y se encontró con Ashe. -
¿Qué ha pasado ahí dentro?
- A Carlos casi
lo sentencian a muerte. - Ashe se sorprendió - Lo han enviado a una misión
especial.
- Ha debido
de ser algo muy grave. - Dedujo que no quería hablar del tema, se lo agradeció
silenciosamente. - ¿Quieres conocer el Palacio de Luz? - Asentí.
Ashe le guio
por muchos correderos y salas. Se detenía en algunas explicándole un poco de
ella. "Esta es la Sala del Conocimiento, en ella solo pueden entrar unos
pocos. Si entras sin autorización te podrías volver loco." o "Ahí no
entres jamás. Es la Biblioteca de los Sabios, para eso ve a la otra, la
Biblioteca de Luz, porque en esta los bibliotecarios son muy quisquillosos, y
por una gota de sudor en un libro o un solo rasguño te castigarán." o, tal
vez, "Oh, este lugar es genial, un día debemos venir más tiempo. Es la
Sala del Tiempo. En ella podemos ver diferentes acontecimientos de la historia
pasada, y en el centro hay un portal que lleva a la Sala del Espacio, donde
acabas en una sala... Bueno, ya verás." Todas las explicaciones de Ashe
eran parecidas. La verdad, Ashe le caía bien. Le parecía muy vivaracha, alegre,
simpática y divertida.